jueves, 30 de abril de 2009

Mi blog rockea... y sigue siendo fan de Guns 'n' Roses

Una entrada breve, o tal vez no tanto, no lo sé. Comenzaré la introducción diciendo que siempre he pensado que la música es la forma de arte más poderosa que existe. Ningún cuadro, película, libro, actuación o declamación pueden afectarme tanto como una buena canción. A diferencia de todo el mundo nunca he tenido muchas etapas musicales realmente marcadas. Durante un tiempo me gustaba mucho el metal, pero no era lo único. Durante un tiempo me gustaba la música de protesta, pero tampoco era lo único. Sin embargo, durante la mayor parte del tiempo me ha gustado toda la música, al menos toda la música que me haga sentir algo.

Tal vez mi banda favorita sea Guns 'n' Roses. Mi canción favorita, sin lugar a ninguna duda, Sweet Child of Mine. Por ellos, o por su cantante (Axl Rose) escribo lo que escribo hoy. Especialmente por el último disco: Chinese Democracy y la reseña que hace la revista Rolling Stone del mismo. La reseña cierra con la siguiente frase:
the long march to Chinese Democracy was not about paranoia and control. It
was about saying "I won't" when everyone else insisted, "You must."
Frase que cobra especial significado cuando se escucha el disco. Esta es una de las razones por las cuales creo que la música es la forma de arte más poderosa que existe: no es sobre acordes pegajosos o letras profundas, es sobre un creador llenando nuestra mente de toda su ira, frustración, optimismo y amor, a tal punto que las plasma en nosotros tal y como las estaba sintiendo...

martes, 28 de abril de 2009

Mi blog no tiene gripa... aún

Tal parece que las dos palabras de moda hoy en día son "gripa" y "porcina". Por si alguna persona lee esto y está 1) debajo de una piedra o 2) en un futuro muy lejano recogiendo los restos de la civilización, la gripa porcina es el nuevo apocalípsis. Una variedad de gripa que le da a los cerdos que muto y se recombinó con todas las gripas existentes y ahora infecta humanos. La OMS ya subió su pandemiómetro de 3 a 4 y todo el mundo está hecho un mar de nervios.

En estos casos mi mente perversa solamente puede recordar el viejo chiste de "El sida es un H.P., att: el cáncer". Durante mucho tiempo hemos sabido que tarde o temprano llegará una enfermedad tan absolutamente arrolladora que exterminará cualquier trazo de nosotros sobre la tierra. Finalmente las bacterias y los virus evolucionan a un ritmo que los humanos solamente podríamos imaginar (durante una generación de humanos la gripa ha pasado por unas 80, más o menos) y es lógico pensar que eventualmente encontrarán la forma de matarnos. Lo que no puedo dejar de pensar es que presenciar el fin de la raza humana por una gripa es algo anticlimático.

Hay miles de enfermedades más agresivas, exóticas y con nombres bien interesantes (como el ébola) que, en algún afán romántico, pensamos que acabarían con nosotros. Sin embargo, una gripa común que estuvo de buenas será la encargada. No sé si sueno poco alarmado, pero la verdad es que un enemigo mortal que hasta hace poco era combatido con un medicamento llamado "desenfriolito" no se me hace muy amenazante.

Tal vez estoy sonando algo apocalíptico con todo esto del final del mundo. Pero ¿qué puedo hacer? si hay que creerle a los medios de comunicación todo lo que dicen estamos realmente cerca del final. Especialmente cuando a alguien tan paranóico como yo le ofrecen el mapa en tiempo real del virus (para saber minuto a minuto como se acerca irremediablemente a mi), las actualizaciones en tiempo real de los que se enferman ("tengo gripa porcina, estoy muriendo despacio") y veo en la primera página de los dos periódicos de circulación nacional que nadie está a salvo...

...es aterrador. No tanto porque sea una enfermedad grave sino porque a los medios de comunicación les va a pasar lo de juanito y el lobo: las dos últimas pandemias que no fueron, SARS y Vacas Locas. El mismo despliegue para ¿qué? ¿menos de 800 muertes del primero y 92 del segundo? La verdad espero que esto sea nuevamente sensacionalismo, si en 1918 otra miserable gripa afecto al 20% de la población (cuando para llegar de Bogotá a Miami era algo como llegar a Marte) ¿Cómo será hoy que tenemos aviones y barcos para transportarla e internet para contarnos cuándo llegó? O peor ¿Por qué habríamos de reaccionar si ya nos asustaron dos veces y no pasó nada? Menos mal todos nos creemos el centro del mundo y nos cuidamos como si nuestra muerte fuera la más importante.

Me gustaría ser el visitante futurista en lugar del escritor presente... realizar el estudio que propongo será algo muy interesante.

viernes, 24 de abril de 2009

Mi blog no es mi primer blog

Antes tenía otro blog. Un blog escrito a varias manos y que si tenía lectores, pocos pero fieles. Tenía un nombre que me encantaba: el blog ominoso. Parte juego de palabras y parte chiste privado. Era un espacio donde tres economistas con miradas muy diversas sobre el mundo compartian su opinión sobre las cosas que veíamos a diario. Muy parecido a mi blog, pero con más puntos de vista.

Estaba repasando algunas de las entradas y son, modestia a parte, muy buenas. La modestia queda a parte porque las mejores (y más polémicas entradas) nunca fueron las mías. Más bien, modestia a parte y envidia al lado. Pero envidia de la buena, si es que tal envidia existe. Envidia de la que me hace pensar "tengo que mejorar lo que otro hizo" en lugar de pensar "tengo que destruir lo que el otro hizo". Hoy estuve atrapado en una reunión toda la mañana así que la verdad no tengo muchas ideas sobre lo que quiero escribir. Por esta razón haré algo que, la verdad, creí que no iba a hacer dentro de mucho tiempo: re publicar algo viejo. Así que queda, con ustedes:

La niña Metallica

Saludos. Hace un buen rato no escribo nada por aqui. Muchas ocupaciones, supongo, me han mantenido alejado de comentar las cosas que pasan y dejan de pasar. Creo que el titulo de esta entrada dice bastante... para los despistados: no, no es una niña de metal, y si, esta metallica es con doble "l", de hecho debería ser Metallica. No aquella famosa banda más vieja que algunos de los que leen esto... hablo de Metallica, la niña sueca.

Miren aqui si no me creen. Resumiendo la historia, para los que les da mamera hacer click, a una pareja sueca le dio por llamar Metallica a su hija. No por ser muy fanáticos de la banda sino por combinar sus nombres para ver que salía. Un ejemplo práctico, con gente que conocemos, ayudará a entender esto: supongan que Ricardo y Margarita deciden hacerlo, su hija entonces se llamaría Rima Salas Daza. ¿Claro? Me alegro, prosigo entonces.

Lo que me llama la atención de este hecho no es el nombre de la pequeña sueca. Es realmente interesante que los padres necesitaron una demanda para poder llamar a su hija como querían. No sé bien como funciona, pero al parecer en Suecia hay un organismo que decide si un nombre es válido o no y uno de los miembros de dicho comité decidió que como Metallica suena parecido a metal eso le podría traer traumas a la niña.

En ocasiones me pregunto cuál, exactamente, es la razón de no tener un organismo similar en Colombia. Finalmente aqui tenemos nombres que parecen más un acto de venganza contra un hijo no deseado que un nombre. Pareciera que algunos papás se sentaran a pensar como joderle la vida a su hijo aun no nacido. No daré ejemplos, Daniel Samper Pizano tiene suficientes (y creo que estos se quedan cortos): primera parte, segunda parte, tercera parte y, finalmente, los "internacionales".

Y en Suecia una pareja tuvo que demandar para poder llamar a su hija Metallica por su parecido a metal. Queda una sola pregunta: ¿Qué estará pensando Circuncisión?

jueves, 23 de abril de 2009

Mi blog se siente intrascendente

Hoy no es precisamente un día sin temas para bloggear. David Murcia (hombre controvertido acusado de todos los males recientes de Colombia) está dando sus declaraciones en el Congreso de la República. Los hijos del Presidente siguen dando explicaciones. Los homosexuales no pueden adoptar hijos y el dolar sigue cambiando de precio. Todos temas jugosos para escribir una diatriba o dos y declarar mi blog cerrado por hoy.

Sin embargo, hoy tanto mi blog como yo nos sentimos intrascendentes. O tal vez más trascendentes de la cuenta y nos negamos a hablar de noticias. Para eso hay otros dos millones de blogs que lo hacen mucho mejor. El tema del día de hoy llega, curiosamente, gracias a una columna de El Espectador: los premios Ig Nobel.

No voy a ser redundante al explicar por enésima vez su historia. El lector interesado puede remitirse a El Espectador o a la página de Investigación Improbable y hacer su tarea. Yo me limitaré a discutir algunas cosas que me llaman la atención, cosas sueltas, no una disertación amplia sobre el asunto.

Varias cosas me llaman la atención de los premios. La primera es que los premios se pueden separar en dos grupos grandes: las investigaciones de verdad que son irrisorias (evitar morir para tener beneficios fiscales, por ejemplo) y los premios a las estupideces que cometen algunos iluminados (¿Alguien recuerda el código de la Biblia?). Personalmente, consideraría un honor ser llamado a recibir un premio de estos en la primera categoría. Hay investigaciones realmente interesantes que son realmente inútiles (¿Existe alguna aplicación práctica en saber que el pan siempre cae del lado de la mermelada?) y nunca está de más que alguien se tome la molestia de reconocer este tipo de trabajos.

Creo también que es importante premiar las estupideces. No solo por burlarnos de la desgracia de otros sino para no cometer sus errores. Si, es cruel que el mundo se burle de Juan Pablo Dávila y la forma en la que perdió 0,5% del PIB de Chile al confundir un botón ("vender" en lugar de "comprar"). Pero supongo que es una buena forma de ser consientes de que ningún procedimiento es tan pequeño como para no merecer nuestra total atención.

Finalmente, me encantan los premios que dan a los homeópatas, "respiradianos", cienciólogos y demás excentricidades que brotan de vez en cuando por ahí. En este caso, el premio es la máxima falta de respeto. Es decirle al que cree que las "goticas" homeopáticas funcionan que su medicina de cabecera es igual de relevante que una descripción de los envases que usan los pacientes para llevar sus muestras de orina al médico. Ahora, no es que esta afrenta me parezca cruel o despiadada. Me parece completamente justa y a lugar. Los creyentes no van a dejar de creer. Los estafadores no van dejar de estafar. Y los que pensamos que todo es una gran telaraña de mentiras nos reímos un rato.

Por lo anterior mi blog se siente feliz de existir. No será el próximo nobel de literatura, pero no le importa ya que lo sabe... por eso mi blog es tan divertido de escribir, así nadie lo haya de leer.

miércoles, 22 de abril de 2009

Mi blog habla inglés, pero no es fantoche

Desafortunadamente no encontré el link para compartirlo. Tendré que apelar a mi falible memoria para esta entrada. Surge de W Radio y sus noticias del mundo, particularmente del entretenimiento. Esta mañana rumbo a mi trabajo entre todas las noticias que reportaron estaba una sobre la película de Hanna Montana. La verdad no me habría percatado de ella de no ser por la periodista que quería que todos los oyentes se enteraran de lo mundial y cosmopolita que es ella.

Cuando una persona domina muy bien un idioma o cuando ha vivido mucho tiempo en un país donde se habla, es normal que pronuncien las palabras de ese idioma con el acento correcto. A diferencia de gente, como yo, que nos estrellamos y delatamos que somos latinos hablando inglés. De vez en cuando surge una persona como la que dio la noticia de Hanna Montana que quiere mostrar lo mucho que ha vivido en Nueva York forzando su acento, delatandose ya no como latina si no como muy arribista.

Es difícil explicar como lo pronunciaba, pero sonaba algo así como "Jana Montshana". El primer nombre bien, en el segundo se le confundió la lengua mientras seguramente pensaba "que angloparlante soy". Esto habría pasado desapercibido de no ser porque siguió una entrevista con la actriz, muy gringa ella, que pronunció el nombre como es: "Jana Montana", con una "t" no tan fuerte como la nuestra, pero muy cerquita...

Ya no sé a donde voy con esto, pero queda el comentario final: si está hablando para oyentes hispanos, en español, no tiene nada de indigno pronunciar con el acento que bien conoce y maneja. De esa forma los oyentes pensamos que si habla inglés y usted no queda como un latino "cubaneando" en Miami.

martes, 21 de abril de 2009

Mi blog no quiere ser un hijo bobo

Un breve comentario sobre una noticia que salió en El Espectador.com. Aún cuando espero continuar mi formación académica en algún país desarrollado, estos países no dejan de asombrarme por su capacidad de autocomplacencia. Caso perfecto este grupo de manifestantes que pide a Obama frenar el plan Colombia y el TLC. Según ellos estas dos políticas tienen la culpa de todos los males que pasan en Colombia, desde el tráfico de drogas hasta los desplazados.

Algo de razón tienen, finalmente el presupuesto del plan Colombia se destina a financiar la guerra contra las guerrillas y contra los narcotraficantes. Desde este punto de vista si, el plan Colombia es culpable de los desplazados, tanto como los dinosaurios son culpables de la polución. No voy a negar la situación tan complicada de los, creo, 4 millones de desplazados por el conflicto interno. Es importante pensar políticas orientadas a devolverlos a sus hogares en el campo y para que vuelvan a llevar una vida digna. Sin embargo, este objetivo tan loable no se logra eliminando el plan Colombia. Me atrevo a decir que si EEUU nos quita su ayuda se agrava el asunto (si, por más que le duela a algunos hay que arrodillarse y dar las gracias)

¿La solución? ¡Manden más plata! Y condicionen la plata adicional a ser invertida en planes de integración social y económica. Es más, si quieren la pueden manejar ustedes ¡Bienvenidos! Si tanto les preocupa el asunto ¿por qué no mejor se dedican a hacer campañas para recolectar dinero e invertirlo en planes sociales? Sé de primera mano que ningún gobierno en el mundo les va a decir que no si ustedes tienen a la mano los recursos o la fórmula para solucionar tremendo problema... ¿O es que no los tienen y por eso se dedican a hacer protestas pendejas frente a la casa blanca?

Por el lado del TLC ¿Qué culpa tiene una política que ni siquiera se ha establecido? No tengo ni la más remota idea. Algo debe tener que ver el hecho de la fobia que algunos le tienen al comercio internacional libre. O puede ser que quieran amarrar la aprobación del TLC a que Colombia genere políticas para proteger a los desplazados. Cualquiera de las razones me parece, francamente, estúpida. La primera porque cerrarse al comercio es condenarse a la miseria. La segunda porque no me cabe en la cabeza que para un trato recíproco (EEUU también nos va a vender cosas, recuerden) nos tengan que poner condiciones, como hijos bobos...

Al sagaz lector le parecerá que hay una contradicción en lo que escribo, pero no. El plan Colombia es, literalmente, limosna que nos dan, así que si EEUU nos pide saltar en una pierna y tararear, toca hacerlo. Ellos no reciben nada a cambio. Con el TLC el asunto es diferente, puede que Colombia sea un minúsculo punto en la economía gringa, pero finalmente es un tratado en el que no se ruega nada y no es que nos den prevendas especiales.

Finalmente, lo que más me pudre de todo el asunto, es que, según se ve en la nota, ninguno de los manifestantes es ligeramente colombiano. Puede ser algo tonto, pero igual me enerva que un grupillo de intelectuales se ponga la causa de "salvarnos" de nuestra propia ignorancia, como a los hijos bobos. Muchas gracias, pero no... ya decidimos matarnos por ignorantes, no hay nada que puedan hacer.

viernes, 17 de abril de 2009

Mi blog se pregunta por el afán evangelizador (segunda parte de dos)

Ya me descubrí como ateo. Ya dije de forma muy breve lo que pasa cuando lo digo y dejé para otra ocasión explicar por qué me molesta que me evangelicen. Muy bien, esta es la otra ocasión.

Siempre he pensado, incluso antes de ser ateo, que todas las religiones son una especie de virus. Dependen de su capacidad de multiplicarse para poder sobrevivir. Después de leer un poco descubrí que mi maravillosa idea no era tan original (como todas las "innovadores" ideas destinadas a cambiar el mundo cuando se es adolescente y no se ha leído mucho). De hecho Richard Dawkins tiene un ensayo completo sobre el tema así que no me voy a expandir mucho en esto.

A decir verdad, antes de ser ateo lo percibía de otra forma: todos los dioses existen en igualdad de condiciones y lo que hacen es jugar con los humanos. Muy parecido a como se juega Age of Empires o Civilization. Las religiones que han desaparecido, como la creencia en el Olimpo, sencillamente quiere decir que el dios/jugador perdió todas sus tropas y, por lo tanto, queda fuera del juego. Esta analogía puede llevarse un poco más lejos si se tiene en cuenta que los creyentes de cada religión tienen ventajas, desventajas y unidades especiales: acceso a milagros, prohibición de comer cerdo, unidades suicida, etcétera...

Sé que parece que me estoy desviando mucho del tema, pero no es así. Todo lo anterior está orientado a ilustrar dos puntos importantes: Primero, los creyentes están programados para expandir su mensaje. Si no lo hacen su deidad perderá el juego y la verdad no creo que un católico quiera que Alá se ría de Jesús cuando logre adueñarse de Jerusalén. A mi, personalmente, me enfurece perder y si yo, cero-poderoso, soy irritante de mal genio, no me imagino lo que haría una deidad al perder... el segundo punto: si, toda la angustia de los creyentes me parece ridícula en cierta medida.

Los ateos, en esta analogía, seríamos los bandidos genéricos que cada cierto tiempo aparecen en el juego (como los bárbaros de Civilization) y deben ser convertidos en tropas propias o eliminados. Aún cuando en realidad no nos interesan las peleas infantiles de los dioses y lo que queremos es deambular por ahí, solo reaccionando cuando nos atacan.

Finalmente la analogía ha cerrado el círculo. Si estoy tranquilo, si estoy deambulando por ahí sin hacer nada ¿Para qué atacarme? No es que el mapa sea tan pequeño como para que una persona de más sobre. De hecho, no sobro ya que si decido convertirme automáticamente adquiero el derecho a existir en él.

Alguien me ha dicho que debería dejar en paz a quienes intentan evangelizarme. Que los deje vivir tranquilos y que respete su creencia ¿No tengo yo el mismo derecho a vivir tranquilo? No voy por la calle diciéndole a cuanto cristiano, judío o musulmán que se me atraviesa que considero que su creencia es un cuento de hadas (si, es lo que opino). De hecho, ni siquiera se enterarían de que lo pienso si no se esforzaran en convertirme con esa seguridad arrogante que los caracteriza.

Y esa seguridad es mi mayor problema. No la soporto. Me pudre ver como se acercan a mi con su cara de "pobrecito" a hablarme convencidos de las enseñanzas de la biblia. Muchos se comieron el cuento de su catequista y de verdad creen que tienen la razón. Supongo que tendrán bastantes victorias desde que están seguros, tantas como para afirmar que el ateísmo es "solo una fase". Y si, en muchos lo es, a tal punto que cuando los confrontan, se quiebran y vuelven al rebaño. Por eso su seguridad.

Conmigo, desafortunadamente para ellos, las cosas son diferentes. No solo porque fui católico 22 años de mi vida, católico fervoroso de misa cada domingo, sino porque las mismas dudas que me condujeron al ateísmo son aquellas dudas que los creyentes no miran... son aquellas que no les gusta mirar. De mi lado está la lógica que, por la naturaleza de la creencia dogmática, está desactivada en los creyentes.

Si, sé que cada creyente que lee esto está pensando "yo si tengo el argumento", sé que está pensando que su lógica es infalible. Les tengo una noticia: no, no es infalible. Es la lógica que funciona con los que ya creen, los argumentos que tienen sirven para reforzar y no para demostrar una creencia. Me explico: cuando el sacerdote explica en la misa por qué los evangelios son un documento histórico le está hablando a los convertidos, gente que está dispuesta a creerlo.

En mi caso (y el de la mayor parte de los ateos) lo voy a confrontar con una pregunta tan sencilla como temida "¿Por qué?". En ese punto la mayor parte queda con la mirada atónita (que disfruto, un placer culpable) y se limitan a decir, como si fuera evidente, "¡porque lo dice la biblia (el corán, el popol vuh, etcétera...)!". Este es el momento donde pierdo todo mi interés y, si la persona me cae bien, intento cambiar de tema para ahorrarle la pena.

Algunos tienen respuesta, todos creen que es original y es la bala de plata contra el ateísmo, pero no, no lo es. Cada argumento a favor de la religión y la creencia en seres sobrenaturales es el mismo argumento elaborado por todos los demás. Como si desde el siglo 15 nadie se hubiera preocupado por encontrar nuevos argumentos.

Ninguno tiene argumentos realmente buenos y es una lástima ya que con ellos sería un placer debatir, me encanta sentir el estímulo y la obligación de leer más para apoyar mis argumentos. Me encanta tener la oportunidad de ser confrontado para refinar mis propios argumentos. Tristemente eso no ha pasado aún, tal vez algún día pasará y seré yo quien quede como el prepotente que cree que todo lo sabe. Eso espero a decir verdad, porque si ese día nunca llega algo muy grave habrá pasado: o me dio miedo confrontar mis creencias o sencillamente los creyentes son tan simples como parecen.

En resumen: no me evangelicen y si lo hacen al menos preparénse. Con esta sencilla premisa todos seremos más felices.

jueves, 16 de abril de 2009

Mi blog hace una confesión de "fe" (primera parte de dos)

He debido reescribir unas tres o cuatro veces el título de esta entrada. Eso es lo que pasa cuando una buena idea asalta por sorpresa pero no asalta por completo. Por esa misma razón, he cambiado unas tres o cuatro veces el tema de esta entrada. Mi blog se escribe de una vez, sin borradores, así que es importante tener claro a donde quiero llegar. De hecho, a la mitad de esta entrada decidí que la haría en dos partes, para no ser muy largo y ladrilludo.

Si alguien me conoce sabe que soy ateo. Lo digo fuerte y claro cada vez que me lo preguntan o cada vez que surge el tema. Si alguien no me conoce, ya lo sabe: soy ateo. No agnóstico, ateo. Más aún, soy materialista. Eso quiere decir, palabras más o menos, que a mi modo de ver nada que pase en este mundo es obra de una entidad sobrenatural. No fantasmas, no alma, no vida eterna...

Me sorprende en ocasiones las reacciones de la gente que descubre que, en efecto, no creo en nada. Algunos dicen que es tan solo una etapa, que ya se pasará. Otros sienten lástima -pobrecito, no siente el amor de dios. La minoría se muestra curiosa e incrédula, me preguntan mucho y siempre terminan diciendo "no puedo creer que no crea en nada". A veces pienso que reflejan algunas de las dudas que la religión y el ser supremo responde ¿Y la muerte? ¿Y la justicia? ¿Y el destino?

Sin embargo, la mayor parte y los más fascinantes son quienes reaccionan de forma hostil. Como si el hecho de mi ausencia de fe fuera una amenaza para la suya. Parece que pensaran que quiero hacerlos renunciar a su fe. Nada más lejano de la realidad. No quiero, ni me interesa, que cada creyente que conozco se vuelva ateo ni que renuncie a su fe.

Aunque tengo opiniones bastante fuertes al respecto, me las guardo para mi e incluso me gusta celebrar las novenas o usar la excusa de una misa como motivo para verme con mis amigos (sobre esto tal vez hable más detalladamente en un futuro). De verdad siento que el mundo es un lugar tan grande que no existe razón para que los creyentes y los ateos puedan existir al tiempo. Para eso hace falta una sola premisa: no me molesten. Así, simple, sin ningún misterio... el problema es que la mínima parte de los creyentes es capaz de seguirla. El resto siente que debe hablarme de lo grande que son dios, alá. mahoma, yaveh, jeová, vishnu y demás seres mágicos que habitan las religiones.

Es cuando me evangelizan que me transformo. Pero de eso hablaré en la segunda y final parte.

miércoles, 15 de abril de 2009

Mi blog felicita a cuatro estudiantes de derecho (y se ríe de la gente envidiosa)

Puede leerse aquí.

La universidad de los andes de la cual soy orgulloso egresado (orgulloso y prepotente egresado dirán algunos) acaba de ganar algún premio importante para los abogados. ¿Cuál es el premio? Ni idea, pero si el periódico es de creer le ganaron a gente de sitios como Oxford.

Por eso mi blog felicita a los cuatro estudiantes de derecho: Ricardo Alarcón, Giselle Herrera, Sebastián Machado y Guillermo Otálora. Tal vez jamás sepan que mi blog los felicita, pero no importa, quedará en algún lugar perdido en la red y cuando decidan, como yo, buscar su nombre en Google, lo encontrarán... debajo de los otros 2000 resultados.

Además de la felicitación, mi blog se ríe de la gente envidiosa. Si bien la mayor parte de los comentarios identificados son positivos (vengan o no de uniandinos) no falta el envidioso:

Lo decepcionante es el metodo para conseguir el triunfo. tipico uniandino
moderno: copiemos de las formas con que los anteriores han ganado y
apliquemoslas


Me da risa. Si otra universidad de primer nivel como el Rosario, la Nacional o el Externado usara el mismo método ¿Estaría aplicando el típico uniandino moderno o el típico rosarista (universitario público o externadista) moderno? Cuando un director técnico estudia estrategias de otros equipos, las adapta y aplica ¿Está pecando de uniandino o de sensato?

Mi blog no quiere ser una apología de la universidad de los andes. Eso debe quedar claro. Me daría aún más risa si los cuatro abogados fueran de la universidad libre y el envidioso fuera de los andes. Porque, no importa qué tan grande el merito ni quien lo haya merecido, envidiosos hay en todos lados.

martes, 14 de abril de 2009

La primera entrada de mi blog no tiene tema

Lo acabo de crear. Me gustaría escribir al menos una pequeña cosa cada noche o cada mañana. Sé que en este momento estoy escribiendo solo para mi al igual que millones de bloggers que solamente son leídos por los dos o tres amigos que tienen. Así que, si bien mi blog no tiene nombre, se lo merece... tampoco tiene lectores.