jueves, 3 de junio de 2010

Pensamientos electorales II (o como pararse en hombros de gigantes)

Ayer hablé de los verdes, hoy hablaré de los Santos. Ya la introducción la hice ayer así que sin más palabrería, a lo que vinimos

Solo los idiotas no cambian de opinión...

...a menos claro que quien cambia de opinión sea el rival de uno. La campaña de Santos (tanto a nivel central como sus seguidores individuales) han sabido aprovechar cada cosa que dice Mockus para hacerla parecer como algo malo y obligarlo a retractarse. Que dijo que no era muy religioso y luego le tocó salir a un cardenal a certificar que si lo era. Que dijo que le pagaba un millón a los médicos y luego le tocó salir al presidente de la asociación colombiana de médicos generales a decir que no importaba. Que iba a extraditar al presidente y luego le tocó salir a decir que la pregunta lo cogió en el calor del momento.

Mi pregunta es ¿por qué los santistas hacen esto? Especialmente si tomamos en cuenta que Santos era liberal y luego intentó tumbar a Samper (el último presidente liberal que ha tenido Colombia). Era el promotor número 1 de la zona de distención y luego se volvió la personificación de acabar la guerra a tiros. Fue el responsable de estabilizar económicamente a Colombia durante Pastrana (y fue de los primeros liberales en irse a formar la Gran Alianza por el Cambio) y luego sale a decir que ese fue el peor gobierno de la historia reciente. Era el principal opositor del primer referendo (hasta, más o menos, 2005) y luego fue el que creó el partido que aglutina a todos los caciques que se iban a quedar sin partido por apoyar a Uribe. Comenzó su campaña tomando distancia del presidente (de ahí el color naranja) y ahora hace hasta lo imposible por mostrarse como Uribe encarnado.

Cuando a su debido tiempo Noemí Sanín (otra persona que no brilla precisamente por su estabilidad política) le hizo notar lo poco coherente que era le dijo una de las frases que menos se han repetido en esta campaña "solo los idiotas no cambian de opinión". A menos, claro, que la opinión que cambie sea la de Mockus.

En cuerpo ajeno

No dudo que Juan Manuel Santos sea un tipo inteligente y capaz. De hecho, casi todos los perfiles que rondan sobre él (incluso los más negativos) parecen estar de acuerdo en eso. Lo cual solo hace más incómoda la imagen de Santos como una prolongación de Uribe ¿Dónde están sus propuestas originales? ¿Dónde están los ajustes y cambios que espera hacer cuando llegue al poder? ¿Hay algo más a parte de decir y repetir "soy el sucesor de Uribe"? Hasta donde recuerdo estamos eligiendo presidente y no validando una sucesión real.

La tapa de esto es utilizar un imitador del presidente para hacer publicidad ¿Qué sigue? ¿La bandera? ¿El escudo? ¿Cambiar el animal nacional? Lo peor de esto es que la estrategia de ser la reelección en cuerpo ajeno le ha salido a la perfección. Cuando comenzó la campaña y Santos buscó distanciarse de la imagen de Uribe comenzó a descender despacio. La masa uribista ha salido a votar por él y no ha pensado que, aunque el gobierno que termina es en general bueno (tanto que la mayor parte de los candidatos afirmaron que mantendrían muchas cosas), hay muchas cosas que deben cambiarse y afinarse. Solo queda esperar que si sale electo, como indica casi todo, sepa distanciarse.

Votos, lechona, y otras indelicadezas

No soy de los que cree que todos los votos de Santos hayan salido de gente a la que le pagaron. Pero tampoco creo que ninguno de los votos de Santos haya tenido algo más detrás de ellos. A mi no me corresponde hacer la investigación ni emitir juicios, eso es algo que (espero) asumirán las autoridades electorales competentes ¿Por qué no vimos más denuncias por parte de los seguidores de Santos? La campaña de Mockus se ha pegado de que el naranja es el candidato del "todo vale", incluso torcer la ley cuando es necesario. La idea de que ninguno de sus partidarios denunció nada (o no muchos, no tengo datos) deja mucho que desear y llena de argumentos a los opositores. Peor aún, en el caso de asumir la presidencia lo deja con una herida de legitimidad profunda ya que los perdedores no estarán inclinados a aceptar su derrota y hacer oposición seria (léase: todo lo contrario a los idiotas que salen a balbucear sobre titanio 4).

La revolución industrial

Todos los analistas políticos salieron el lunes a proclamar el triunfo de las maquinarias uribistas a favor de Santos. Eso es algo obvio, como cuando El Tiempo sale a decir que apoya a Santos. Hoy haré de abogado del diablo e intentaré poner las maquinarias en perspectiva, esto es, mostrar que no todas son perversas y que otro de los factores en el triunfo de Santos fue saberlas mover (algo que puede hacer Mockus, si se pone las pilas).

En el imaginario colectivo el término "maquinaria" se asocia con el voto amarrado, de gente que obligada o pagada por un "cacique" obedece ciegamente. Poco se habla de que estos votos amarrados no necesariamente obedecen a gente pagada o a gente obligada. Muchas de las personas que siguen ciegamente a algunos líderes regionales lo hacen porque son ellos los encargados de velar por los intereses de una comunidad en particular. Si al pueblo X le hacía falta un puente y el candidato Y realizó las diligencias para construirlo ¿Por qué debería esa comunidad votar por algún otro? Ya el candidato Y demostró que está dispuesto a escuchar las necesidades de la comunidad y que tiene como satisfacerlas.

Me ahorraré el debate de como lo logró, en este caso es irrelevante. Lo importante en este caso es que la gente elige a un candidato que solucione sus problemas. En algunos casos estos son el hecho de que Colombia tenga un índice de corrupción que da pena. Pero en otros, muchos otros, el problema es que no hay un camino para llevar la cosecha a la central de abasto más cercana, que hace falta un colegio o que no hay energía eléctrica ¿A alguien de verdad le sorprende que Uribe sea el presidente más popular de la historia de Colombia cuando va cada 8 días a escuchar durante 12 horas seguidas a la gente? Que sea saludable para la democracia es otra cosa (y espero que Santos le baje a eso) pero es lo que la gente quiere.

Y, por cierto, antes de que vengan con el comentario de los ignorantes que votan por promesas les recomiendo salir a educarlos (con educación todo es posible ¿No?)

Me negarás tres veces antes del amanecer

Si le creemos a diferentes analistas la mitad de Cambio Radical votó por Santos en primera vuelta. Igual que casi todos los liberales y conservadores. Igual que el PIN, quienes decidieron no hacer pública su adhesión aunque tampoco hay que tener tres dedos de frente para saber por quien iban lo quisiera Santos o no (lo más probable, por supuesto, es que quisiera). Aunque defendí a las maquinarias arriba aquí las atacaré un poco ya que este tipo de comportamientos son bastante peligrosos y se puede continuar el unanimismo tan aburridor y corrosivo.

En un mundo ideal, los políticos se adhieren a Santos porque creen en su programa y porque consideran que es la mejor opción para responder a las necesidades de la comunidad que los eligió. No diré que ninguno lo hace, creo que alguno que otro está con Santos sin necesidad, pero más de uno está porque es el árbol que da mejor sombra. Si la votación del domingo hubiese sido otra, estarían todos diciendo lo mucho que querían a Mockus desde el comienzo. Esto crea un escenario donde la gente que rodea al candidato (eventual presidente) no son más que una manada de validadores de todo lo que el presidente hace (como la corte de la reina roja en Alicia en el País de las Maravillas). Para gobernar bien hay que poder ver los propios errores y corregirlos a tiempo, algo difícil cuando todo el que lo rodea a uno, temeroso de quedarse sin puestos, no hace más sino alabar las maravillas de lo que hace.

Pensamientos varios

Ahora las cosas sueltas
  • Lo más acertado que hizo Santos durante la campaña fue cambiar de estrategia. Tan pronto vió que las cosas iban mal, se tragó su orgullo y replanteó lo que hacía. Nuevamente, todo vale, pero también hay que saber cambiar el rumbo.
  • Cada vez que Santos sale a decir lo mucho que cree en dios y lo buen católico que es muero un poco por dentro ¿estamos eligiendo presidente o cardenal?
  • A riesgo de parecer lambón: el discurso de Santos al conocer los resultados lo hace quedar como el "mejor hombre" que invita a limar asperezas y olvidar los insultos que le han hecho, aún cuando el 90% de los rumores durante la campaña salieron de parte de aliados de Santos y contra Mockus
  • Espero que el gobierno de "unidad nacional" sea realmente algo concertado y que disminuya un poco la polarización tan violenta en la que vivimos. No estoy diciendo que se deba extinguir la oposición, pero si me parece que cuando la gente se va a los puños cuando se habla de política es un mal síntoma.
  • ¿Por qué no sale a decir de frente que no quiere los votos del PIN? Tampoco es que se vayan a ir a votar por Mockus (esto es algo que debería aprenderle Santos a Mockus)
  • Los santistas pasaron de amar las encuestas a odiar las encuestas en el lapso de una semana. Es más, el primer argumento contra Mockus era que tenía solo el 4% de intención de voto. Poco, pero en todo caso el doble de lo que tenía Uribe en 2002
  • ¡Casi se me olvida! Los seguidores de Santos que en lugar de debatir se ponen a ver quien es el más "machito". Me caen peor que los verdes que se ofenden fácil ya que los últimos al menos intentan abrir un debate.

Y bien, esto fue Santos. Mañana (o el lunes) Cambio Radical, el PDA, Pardo y Noemí.

miércoles, 2 de junio de 2010

Pensaientos electorales I (o los problemas de elegir un mesías)

Ahora que ha pasado un tiempo prudencial después de la primera vuelta y que estamos esperando las tres emocionantes semanas antes de la segunda me gustaría compartir unos cuantos pensamientos sobre lo que ha sido el proceso hasta ahora y lo que nos espera. Va la primera advertencia: si es de la especie de persona que se ofende fácil haga click en la "X" que aparece en la esquina superior derecha (o izquierda si usa un computador Apple) y váyase. No tengo el ánimo de limpiar lagrimas de perdedores o de sobar el orgullo a los ganadores. Comenzaré con los verdes (de quienes tengo más anotaciones), seguiré con Santos (de quien también tengo anotaciones), luego Vargas Lleras (por quien estoy sumamente feliz) y terminaré con el Polo, los Liberales y Noemí (porque, siendo sinceros, los conservadores estaban todos con Santos).

¿Dónde están los verdes?

Esta es la pregunta que todos nos hacíamos el 30 de mayo a medida que la Registraduría iba haciéndo públicos sus boletines. La mayor parte de las encuestas daban un empate técnico y muchos esperaban y temían un triunfo verde en la primera vuelta. 14 millones de votos más tarde nadie tenía ni idea de como Juan Manuel Santos había duplicado a Antanas Mockus. No importa como lo quieran analizar o cuanto quieran patalear, fue una derrota aplastante y, por qué no, humillante.

Como era de esperarse comenzaron las excusas: que compraron votos, que la Registraduría está con Santos, que obligaron a la gente a votar y muchas otras que, aunque seguramente son ciertas, no dan para explicar una diferencia tan contundente. Déjemos claras las cosas desde el comienzo: comprar votos es algo que puede servir para unas elecciones al Congreso, asambleas departamentales o concejos municipales. Finalmente, es mucho más fácil ocultar el torcido en medio del mar de candidatos y votantes. Para unas elecciones presidenciales la cosa es a otro precio. Todo el argumento de que Santos ganó solamente con corrupción se cae de su peso cuando vemos que la U aplastó a los verdes en todas las ciudades capitales (incluyendo Bogotá, la niña bonita de quienes defienden el voto de opinión) salvo en Mocoa.

Lo anterior no quiere decir que no hayan existido votos comprados o corrupción en algún nivel. En efecto la hubo si le creemos a la Misión de Observación Electoral (MOE) y no veo motivos para dudar de ellos. Pero esto solo muestra un problema adicional de la campaña verde ¿Dónde estaban sus testigos electorales? ¿Dónde estaban sus veedores? ¿Quién va a hacer las denuncias? ¿Por qué no hubo una campaña masiva, apoyada por los verdes, contra la venta de votos? ¿Por qué el único esfuerzo de contrarrestar la difamación desde la otra campaña fue una página de internet?

Las anteriores preguntas tienen dos respuestas: la campaña verde nunca decidió organizarse y nunca conoció a su electorado (o lo conocía tan bien que decidió nunca salir de su zona de comfort).

El Laissez Faire es algo que funciona para organizar mercados, no campañas

Una pregunta para los que se pusieron la camiseta verde ¿Qué tanto apoyo sintieron por parte de lo que llamaré la "campaña oficial"? Me atrevería a decir que poca o ninguna si le creemos a un medio como la silla vacía (que no brilla por amar con pasión a Uribe) en el artículo sobre el crecimiento de la ola verde. Al finalizar el artículo queda la sensación de que la campaña de Mockus le importa a todo el mundo menos a Mockus. Esta no es una cuestión únicamente de plata (aunque algo de eso tiene), es una cuestión de brindar apoyo programático a sus seguidores, de dar líneas de argumentación y de debate, de organizar eventos "oficiales" y de armar un mínimo de logística.

Sin logística es imposible ganar unas elecciones de este tamaño en Colombia (o en cualquier parte del mundo, antes de que me digan que en Dinamarca si sería posible). Comparemos solamente el transporte del día de las elecciones: la campaña de Santos tenía buses, taxis y carros de voluntarios llevando y trayendo gente en rutas preestablecidas, dio al menos refrigerios a los voluntarios que se aguantaron la mamera de ser testigos electorales y, en general, sabía muy bien que estaba pasando con su campaña en cada lugar del país. Los verdes (nuevamente, según la silla vacía) decidieron que lo mejor era debatir el tema y luego dijeron, palabras más, palabras menos, si quieren llevar gente pueden llevarla ¿Así esperaban sacar al 51% de las personas que se abstuvieron? ¿Así esperaban que la gente en áreas rurales apartadísimas votara por ellos? Ojo, no estoy proponiendo un esquema de "lo llevo si vota por mi", pero si por lo menos un esquema de "lo llevo y le presto un paraguas para que vote por quien se le de la gana".

Vamos a conquistar un territorio que ya es nuestro

Si la mayor parte de los votos de Mockus se encontraban en estratos altos urbanos, alguien puede decirme ¿Qué hacían Peñalosa et al. haciendo campaña en Unicentro? ¿Qué se ganaba con un "flash-mob" en el Andino? No digo qué pasa en las demás ciudades ya que no tengo ni idea. Pero, por lo menos en Bogotá, los seguidores de Mockus decidieron hacer campaña entre sus amigos ¿Para qué ir hasta Usme si me puedo quedar en Unicentro (y de paso hago mercado)? ¿Para que ir hasta Soacha si puedo hablar con mis amigos de la universidad (quienes ya van a votar por Mockus igual)?

Este error puede considerarse como un subconjunto del punto anterior. Si la campaña central no daba directrices sobre los sitios críticos para convencer votantes ¿Por qué debería yo, ciudadano común, saberlos? No me consta, pero apostaría a que en la campaña de Mockus el 29 de mayo no tenían ni idea de donde estaban débiles. Una graaaaan diferencia con la campaña de Santos que comprendió que los verdes estaban trapeando el piso con ellos en estratos altos y urbanos (si no me creen basta mirar a dónde se enfocó la U después de su cambio de estrategia). A esto podemos sumarle que me encontré con gente en casi toda Bogotá repartiendo volantes de todas las campañas salvo... ¿adivinan?

Un gran equipo, hechado a perder

A Mockus se le adhirieron tantas personalidades que es imposible contarlas. Hay como 10 videos en YouTube con "estrellas" (porque me niego a usar el término sin comillas para referirme a actores de novelas colombianas) apoyando a Mockus. Hoy en día cada aspirante a músico y cada músico famoso le hizo una canción a Mockus, en contra de Santos o las dos. Tiene apoyo de economistas brillantes como Alejandro Gaviria y Salomon Kalmanovitz. Mejor dicho, tiene un equipo tan inteligente que hace sentir que a la campaña de Santos solamente la acompañaron niños de pre-kinder.

El problema es que tanto apoyo no le sirvió de nada a la campaña ya que, muy en la tónica del punto anterior, no los supo aprovechar. El único artículo medianamente decente que pasó por mis manos sobre lo bien que le haría Mockus a la economía fue uno que, 12 horas más tarde, Juan Carlos Echeverry (asesor económico de Santos) destrozo sin piedad. Vargas Lleras tenía programas y sabía comunicarlos. Santos tenía asesores de imagen que supo escuchar. Petro conocía a su público y supo mostrarse bien como la alternativa completamente diferente.

Verde es el color de la esperanza

Pese a todo lo anterior creo que aún hay esperanza para los verdes. Todos los errores que cometieron son fácilmente corregibles si están dispuestos a cambiar de rumbo. Si los directivos del partido deciden comenzar a hacer política en lugar de hacer pedagogía, porque, honestamente, creo que eso es lo que les hizo falta. La política es un juego en el que hay que saber cuando y con quien aliarse, en el que hay que saber cuando y como hablar... pero, lo más importante, en el que hay que saber tragarse el orgullo, admitir la derrota y hacer los cambios necesarios (pero hacerlos rápido, no para las elecciones de 2014)

Entre el tintero, anotaciones cortas que no merecen mayor explicación
  • Algunos verdes reemplazaron en un momento la argumentación real por decir todo el tiempo "eso me ofende, por lo tanto no es válido" (cada campaña tuvo sus seguidores de este tipo)
  • Muchos no comprendieron que, al final del día, no votaban por los programas de Mockus sino por lo que él representa. Debido a esto no sabían transmitir bien su mensaje. Espero que esto cambie
  • Para ser el partido verde la propuesta ambiental estaba como floja
  • La campaña tiene buenos asesores de imagen, muchos de ellos voluntarios: ¡¡¡ESCÚCHENLOS!!!
  • La página oficial de Antanas Mockus tiene 727 mil seguidores. Según Facebook, algo más de 600 mil usuarios votaron en las elecciones de Colombia. Aún suponiendo que todos los que dijeron que votaron lo hicieron por Mockus ¿no le hacen falta votantes?
  • Si su razón para no votar por Mockus es que es ateo, usted es un idiota. Si su razón es que sus padres son lituanos, usted es doblemente idiota. Y demás para todos los rumores que se le han inventado.
  • Finalmente, Mockus es un ser humano (bueno o excelente, según a quien se le pregunte), no un mesías. Tal vez hay que aterrizar un poco las expectativas y hacer campaña para un ser humano. Aunque no lo crean, no todos son tan súper inteligentes para ver que Mockus es una buena opción (como corolario: si siguen llamando brutos, idiotas e ignorantes a los que votaron por alguien más, mejor prepárense para 8 años de Santos)

Tengo un mamotreto de 3.000 hojas que no se va a leer solo y esto se me fue largo. Mañana la segunda parte, sobre Santos, que llamaré: dame el PIN de tu BlackBerry (o algo igual de idiota). No desesperen, hay palo para todos, solo que este ya lo tenía casi listo.