Pero bueno, el caso es que me llegó el tal correo y pensé con total deleite "se me salvó el día, ya tengo que escribir en el blog". En resumen es una lista de gente famosa que alguna vez dijo algo malo del dios judeocristiano y murió. Si tomamos en cuenta que la probabilidad de morir es del 100% no importa si hablamos bien o mal, igual hemos de morir. Me apresté a buscar información sobre las personas que mencionaba el correo: John Lennon, Bon Scott o Bruce Ismay... todo iba sobre ruedas cuando, buscando a un tal Tancredo Neves me encontré con otro blog que había hecho exactamente lo mismo que yo quería hacer.
¡Oh la agonía del escritor! Ser plagiado antes de comenzar a escribir. La verdad es que no es tan raro como se podría pensar. Ya mencioné alguna vez la agonía de mi tesis de maestría, pasé por 1000 temas diferentes, unos fueron abandonados por la maldición de los datos, muchos otros fueron abandonados porque, ya emocionado, encontraba un artículo cuyo título era, más o menos: "la tesis de maestría de Edgard Polanco".
No creo que sea algo que solo me ha pasado a mi. Asumo que a todo el que ha intentado escribir algo le ha pasado alguna vez y ha debido morderse la lengua, borrar todo y comenzar desde cero. En este caso no pude escribir sobre la muerte de personajes famosos en las manos vengadoras del dios cristiano. Pero bueno, salió algo que no esperaba escribir.
PD: Después de leer la entrada que se me adelantó, descubrí que no es exactamente el mismo correo que me llego. Así que, después de todo, si podré escribir sobre algo más.
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