lunes, 29 de marzo de 2010

Días santos

Comienza en Colombia la semana santa, aquella época del año donde algunos conmemoran la muerte y resurrección de un personaje que nadie está seguro que haya existido (salvo la fe, pero sabemos que eso no cuenta). Otros utilizan esta semana para olvidar su trabajo y demás preocupaciones y descansar. Yo siempre he estado entre los segundos, cuando estaba en el colegio significaba una semana en la casa de mis abuelos y en la universidad significaba una semana de mortificarme por los trabajos que no había hecho. Cuando comencé a trabajar descubrí, horrorizado, que solo el jueves y el viernes son festivos. Triste fue el momento cuando tuve que salir de mi casa los tres primeros días de una semana por el estilo.

La reflexión sobre la semana santa y su rol como fuente de descanso viene por una demanda interpuesta por un abogado colombiano quien afirma que el 60% de los días festivos colombianos son de origen religioso y que, dado que la constitución dice expresamente que en Colombia el Estado es una cosa y la religión otra, no deberían ser celebrados. Aunque disfruto tener un día adicional en los fines de semana cada cierto tiempo debo admitir que la demanda tiene algún sustento ¿Por qué el trato preferencial para las festividades católicas (cristianas en general) y no para las celebraciones musulmanas? La única respuesta que se puede dar es que en este país (que, gracias a la corte constitucional, ya no es del sagrado corazón) estamos acostumbrados a que nos metan la religión católica en cada espacio de nuestra vida.

Una editorial de El Espectador lo dice claramente
Todavía hoy es efectiva la intervención de la Iglesia en proyectos estatales relacionados con temas como el aborto, el divorcio, el matrimonio homosexual, la procreación, la prevención del sida y el uso de las drogas. De igual forma, se mantiene vigente su importancia en la mediación diplomática del conflicto interno del país y en diversos asuntos de interés internacional.
No es de extrañar entonces que, si la iglesia tiene asiento en las negociaciones del TLC, también tenga ingerencia sobre la distribución de los días festivos de los cuales disfrutamos.

Si, sé que estoy comenzando a sonar amargado y hasta tonto pidiendo que me quiten 12 de los 20 gloriosos festivos de los que disfrutamos pero aquí hay algo más de fondo y creo que tengo una mejor propuesta. El tema de fondo es, nuevamente, la separación entre Estado y religión (cualquiera que esta sea). Una separación bien importante si tenemos en cuenta que la religión muchas veces pide cosas que muchos de nosotros no estamos dispuestos a dar solo por complacer a un amigo imaginario mientras que el Estado debería ser el marco para que no nos matemos, sin preocuparse de lo que hagamos.

A algunos padres de la patria/pastores cristianos (me aterra como son de populares estos híbridos), sin embargo, parece que ese memorando no les ha llegado y afirman que celebrar la semana santa es un derecho fundamental ¿La razón? Que la constitución pide protección a dios (no especifica cual) y que el artículo segundo de la ley 133 de 1994 (un texto interesante merecedor de una entrada para él solito) dice que el Estado no es ateo o agnóstico. Ese argumento, aunque pésimo, no hace más sino terminar de hundir la legalidad de las festividades católicas ¿Cómo? Sencillo: el Estado se compromete a respetar TODAS las religiones y cultos y, muy importante, a no discriminarlas. En un país donde el 90% de la gente responde en el censo que es católica eso no es problema, pero, si en unos cuantos años, tenemos que hay 50% católicos y 40% musulmanes las cosas son a otro precio. Tener 12 festividades católicas es discriminar a quienes no practican esa religión.

Hay otro argumento, expuesto por el PdP/PC: los festivos son, por encima de todas las consideraciones, un descanso adicional para los trabajadores. Pues, señor, muchas gracias. Ese es el argumento que nos dan para justificar 15 días de vacaciones por año trabajado. Número bajo a menos que le sumemos los 20 festivos (al estar dentro de un mes laboral, cuentan como vacaciones remuneradas) y tenemos 35 gloriosos días hábiles de descanso pagado, igualitico a Francia y por encima de Brasil o el Reino Unido. Así que quienes se rasgan las vestiduras por el poco descanso que recibimos mejor busquen algo más para quejarse.

Yo estoy en una situación difícil porque defiendo la separación de Estado y fe pero adoro descansar los festivos (ya lo había dicho, pero me gusta tanto que lo repito). Por esa razón tengo una propuesta que va a mejorar el turismo, va a distribuir mejor el descanso y alejará el debate de la religión: tomemos esos 12 días de discordia y redistribuyamoslos* en una semana en el primer semestre (que no debe coincidir necesariamente con el primer domingo después de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera) y en otra el segundo semestre. Ya llevamos 10 días de 12. Los dos que faltan podrían ponerse el lunes siguientes a estas semanas para poder llegar de paseo el domingo y descansar el lunes o agregarlos a los 15 días de vacaciones que ya existen. Si alguna persona, por la razón que sea, no puede tomar las semanas en cuestión, puede agregarlas a sus días de vacaciones teniendo así 25 días.

Este sistema tiene varias ventajas entre las cuales puedo mencionar las siguientes
  • Todos los años serían la misma semana, eliminando así la preguntadera de ¿cuando es semana santa? todos los los años
  • Al ser semanas completas por ley no hay que reponer tiempo para ganarse los primeros tres días de descanso
  • La semana del segundo semestre coincidiría con la que tienen los colegios y universidades, evitando así tanto niño solo en la calle
  • Se elimina la mamera de llegar a trabajar un martes y sentir que ya se acabo la semana o la mamera de trabajar un viernes pensando en que hay que salir temprano el sábado para no aguantarse el trancón a la salida de la ciudad
  • Ya no se pierde tiempo con demandas como la que inspiró esta entrada
  • Las centrales obreras se callarían sobre el tema del descanso (aunque me temo que para algunos no es suficiente)
Si se les ocurren más ventajas para mi sistema o si se les ocurren desventajas bienvenidas sean las sugerencias. Yo empacaré el bloqueador solar porque me voy de paseo a descansar mientras algunos rezan para que no me quiten esta semana.

4 comentarios:

  1. Quisiera comentar algunos elementos expuestos por Ud. Estoy totalmente de acuerdo con la separación entre Iglesia y Estado pero no creo que los festivos sean una forma en "que nos metan la religión católica en cada espacio de nuestra vida". Si le pregunta a las personas cercanas de su trabajo o a donde se va a descanzar, una muy baja proporción le dirá con exactitud cual es la celebración católica que origina cada uno de los festivos en cuestión; y salvo el caso de los festivos de la "Semana Santa" le puedan responder. Es decir, de los 12 festivos, solo se daría una respuesta a 2.

    Respecto a su propuesta de "agregarlos a los 15 días de vacaciones que ya existen" tiene varios inconvenientes. El primero considere que solamente en su gremio profesional, es muy común la contratación mediante la figura de contrato civil (acuerdese de su época en los Andes, o de sus amigos y conocidos en MinHacienda, DNP). Ahora, podemos extrapolar esta forma contractual a médicos y otras profesiones. En esta forma contractual, ud. sabrá que la figura de vacaciones NO EXISTE y por tanto no se acumulara a un periodo inexistente.

    Finalmente, creo que es cuestión de cambio de la motivación de la Ley que inspira los festivos. Así, eliminar la motivación religiosa y cambiarla por motivación de promoción del turismo (similar a la motivación de la semana de receso de los colegios). Me quedarían los dos festivos de la semana santa que no sabría como justificarlos. Ahora de nuevo, no queo que dos festivos influyan en su persepción religiosa.

    PD: me parece más peligroso que los festivos el siguiente parragafo de la Ley 133/1994 "Los Concejos Municipales podrán conceder a las instituciones religiosas exenciones de los impuestos y contribuciones de carácter local en condiciones de igualdad para todas las confesiones e Iglesias", porque con el argumento de las excenciones a la iglesia católica, se terminan subsidiando al resto de confesiones, y quién se atreve a eliminar las exenciones, A TODAS ???

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  2. Tiene buenos puntos Plazas... cuando hablaba de cada espacio no me refería a una conspiración malvada. De hecho, creo que el hecho de que nadie sepa qué se celebra es otro argumento para que no deban ser tan celosamente guardados. A eso podemos sumarle el hecho de que salvo dos o tres ninguno se celebra el día en cuestión.

    Sobre lo de los contratistas. Si, se podría abrir una puerta para que nos jodan a los que trabajamos como contratistas. Sin embargo, recuerde que hoy en día ya se respetan los festivos. Mi propuesta es hacer la semana completa festiva, no vacaciones como las que se toman los asalariados.

    Ahora, compactar esos días en una sola semana tiene otros problemas, como paralizar el país por completo. Digamos que hay que afinarla más.

    Finalmente, la demanda también me parece frívola. No me siento acosado porque el puente se llame "san pedro" o "ramadán", pero si es un buen espacio para reflexionar sobre la separación entre iglesia y estado.

    Gracias por su comentario y esa ley 133/1994 tiene cosas tan espeluznantes como esa.

    epa

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  3. Yo optaría por pedir que se declararan festivos los días de otras religiones y así nos evitamos demandas... Desde ya iré haciendo planes para el Dipawali y para el día del nacimiento del profeta, porque reservar con tiempo los viajes en los puentes representa ahorros importantes...

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  4. Me parece una excelente idea. Si no podemos desmontar los que ya tenemos, pues incluyamos a los demás. Lo triste es que no habría tantos días festivos dada la maña del cristianismo de montar sus fiestas coincidiendo con todas las religiones anteriores...

    Feliz Dipawali estimado lector (o lectora, no quiero a Florence Thomas jodiendo).

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