jueves, 26 de noviembre de 2009

Incentivos, movilidad y buen periodismo

A mi lector en Bélgica (si, tengo un lector en Bélgica que no tengo ni idea de como llegó aquí ni tengo la más remota idea de quien es) debo explicarle que una de las preocupaciones más grande de la gente que vive en Bogotá es la movilidad. Creo que es un problema de todas las ciudades tan densas como esta, de primer y de tercer mundo. Mis lectores más cosmopolitas sabrán lo aterrador que es el tráfico de una ciudad como Los Angeles o las cosas que han debido hacer en Londres para aliviar el tráfico en el centro de la ciudad. De hecho son muy pocas las grandes ciudades que funcionan realmente bien en términos de transporte.

Bogotá tiene muchos más problemas. En primer lugar la malla vial ha llegado a un punto de deterioro tal que sería más barato mover la ciudad y construirlas otra vez que intentar arreglarlas. Le llamaré el problema del perezoso o del asignador miope de recursos: cuando un problema recién comienza es barato arreglarlo pero no es tan visible en el corto plazo. La racionalidad política dice que esos son problemas que es mejor dejar para después y mejor dedicarse a cosas más espectaculares. No los culpo, es una mezcla de incentivos y falta de recursos la que lleva al gobernante a preferir lo urgente a lo importante. Sin embargo, el problema está ahí.

En segundo lugar el transporte público de Bogotá es algo que da tristeza. No soy muy versado en la historia de la ciudad para poder decir "en este punto fue que la embarramos" aunque lo más probable es que haya sido una serie de decisiones equivocadas que terminaron por dejar mucho poder en manos de muy pocos. Hoy en día el transporte público bogotano consiste en tres grandes partes: en primer lugar el Transmilenio que consiste en corredores exclusivos que se dan a unas pocas empresas (4 ó 5 si no estoy mal) para que los operen y mantengan. En segundo lugar tenemos los taxis, no sé el número exacto pero deben ser unos 20 mil, o tal vez más, carros afiliados a diferentes empresas. Finalmente tenemos el servicio público colectivo: buses y busetas agrupados en diferentes cooperativas que cubren las rutas que no alcanza a cubrir Transmilenio.

Aunque cada una de estas modalidades tiene sus problemas que vale discutir a fondo, hoy quiero centrarme en el último: los buses y las busetas. Son uno de los grandes problemas que tiene el tráfico de la ciudad por dos razones principales: muchas rutas y muchos vehículos. El segundo es consecuencia del primero y es evidente con pararse en la carrera séptima con calle 19 y contar buses. Pasa un bus por toda la séptima hasta la 72, otro hasta la 100, otros dos hasta la 116, otros dos hasta la 127, otro hasta la 134, otro hasta la 142, otro hasta la 153 y otro hasta la 170 (y sé que se me quedaron algunos por fuera). Son 10 buses que hacen la mayor parte de su recorrido juntos ¿No sería mejor un solo bus por la séptima y que el usuario se bajara en la 72, 100 y demás?

La respuesta es que si y la (espero) solución a este problema se llamará Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). Se pasará de las 50 o más empresas de buses a 13, una por cada zona determinada por el distrito. Un tiquete da para montarse en un bus, bajarse y continuar el recorrido en otro. Así las cosas a algunos se les hará más caro viajar pero todos llegaremos más rápido. Hasta ahora ha sido imposible porque es muy difícil ajustar los incentivos de todos los operadores que, como van por las mismas rutas, se odian a muerte y tienen todas las razones para irrespetar paraderos y cualquier otra regulación.

Además, existe en el imaginario popular la imagen del pobre dueño del bus que se quedará sin nada que comer si lo obligan a chatarrizar, basta recordar los alborotos por Transmilenio en Suba. En la mente de todo el mundo conductor=dueño lo cual está muy lejos de la realidad. Usualmente el "pobre" dueño del bus es un tipo que tiene otros 10 ó 12 buseticas. No son un emporio gigante, pero tampoco es que no tengan donde caerse muertos.

Para arreglar este problema se creo una solución que, a mi modo de ver, es genial: los requisitos para seguir operando en Bogotá incluyen tener mucha, mucha, mucha plata. Justamente la plata que tendrían los operadores pequeños si se agruparan. Como de algo tan bueno no dan tanto los transportadores pequeños salieron a quejarse diciendo que los iban a dejar por fuera, que se iban a morir de hambre y todas esas cosas que dicen los capturadores de rentas cuando les van a cerrar el chorro. Tanto que citaron al secretario de movilidad al Congreso para que explicara y, es en este punto, cuando llegamos al buen periodismo tan poco habitual en mi país.

De todo esto me enteré por la edición electrónica de Semana. Quienes abren con el rosario de quejas de los transportadores pero dan espacio a todos los implicados y llegan a una conclusión sensata: no se van a quedar por fuera, solo tienen que agruparse. En resumen, quejarse, patalear y amenazar no los va a llevar a ningún sitio. Se ha creado un sistema que los incentiva a unirse o a salir del negocio y, en ninguno de los dos casos, pueden hacerse las victimas. Ojalá todas las decisiones de política fueran tan simples y tan interesantes y ojalá todo el periodismo fuera tan balanceado.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La fuente de todos los males

Para un sector amplio de la población todos los males del mundo pueden encapsularse en una sola fuente. Algunos dicen que es la falta de religión y otros dicen que es el exceso. Algunos dicen que es Estados Unidos y otros dicen que es Rusia. Sin embargo, un villano habitual es el capitalismo. Muchas personas creen ciegamente que vivir en un mundo impulsado por el consumo es algo perverso y que gracias a "los mercados" (nuevamente, cosas etéreas que pocos se han preocupado por conocer realmente) el mundo está jodido.

La edición electrónica de la revista Shock nos regala un artículo sobre una nueva "tribu" conocida como los Freegans, gente que vive de lo gratis. Son gente que se dedica a escarbar basureros en busca de las cosas que el resto de la gente desperdicia. No se me hace raro ni me escandaliza conociendo las historias de Burger King quienes después de 5 minutos botan la comida, intacta, dado que no está "fresca". Sale más barato botarla que regalarla supongo. El artículo explica bastante bien donde encontrar la comida botada y fresca. Me imagino, además, que encontrarán ropa, celulares, iPods y demás cosas que hacen del capitalismo algo maravilloso.

No quiero hablar sobre las preferencias de esta "guerrilla verde" llena de gente que cree que escarbando la basura hará que el capitalismo colapse. Alguien debería comerse esa comida finalmente y si no la quieren regalar a Etiopía o algún otro país lleno de gente con hambre, por mi está bien. Quiero hablar sobre unas afirmaciones que saltan a la vista en el artículo y que, en mi modesta opinión, son ejemplo de periodismo perezoso y de alguien que perdió una excelente oportunidad de realmente informar a la gente.

En general mi queja toma forma de pregunta ¿Por qué el periodista transcribe frases sin verificarlas? No estoy pidiendo un tratado sobre el tema, pero habría sido muy interesante que expandiera sobre algunas cosas. Una aproximación como esa tendría un grave problema: la historia de los valientes "guerrilleros verdes" pasaría a ser un cuento de loquitos que no quieren pagar por su comida. Tomaré algunos ejemplos que, como siempre, están bienvenidos a debatir. Pero esa es la idea: debatir. No quedarse con una afirmación suelta y tomarla como la verdad, mejor preguntarse ¿Será que es verdad? e irse a leer. Comencemos entonces.

1) "Sin embargo, esto no significa que lo que sobre o lo que no se venda se regale, pues de ser así las ventas y los precios caerían, haciendo realidad la peor pesadilla de los economistas". Comenzamos bien, una afirmación directa sobre un tema del que espero conocer (a menos que mis padres hayan desperdiciado su plata conmigo) ¿Cuál es esta "peor pesadilla de los economistas"? Debo asumir que es la caída en los precios y las ventas. Me gustaría saber por qué el "cronista" hace una afirmación tan fuerte que no sustenta. No diré que es falsa ya que, en algunos círculos, la caída de los precios y las ventas si es el peor de los mundos.

Pero ¿de todos los economistas? Lo dudo, dudo que sea una pesadilla para todos los economistas. Haber conversado con cualquier economista habría iluminado al "reportero" sobre un hecho fundamental: que Wal-Mart venda menos es algo que no le quita el sueño al 99% de los economistas (el resto son accionistas o empleados). En realidad nuestra pesadilla no es que caigan las ventas y los precios, es que ese tipo de caídas están asociadas a cosas muy, muy, muy malas como, por ejemplo, niños en Etiopía que mueren de hambre (un ejemplo extremo). De hecho, en el caso de los alimentos, una caída en las ventas y en los precios sería algo que aliviaría a muchos economistas. Finalmente lo que se busca es el mayor bienestar para todos y, a veces, eso implica vender menos (todos quisieramos que se vendieran menos misiles, por ejemplo).

2) "Boicotear productos de empresas como Adidas por usar piel de canguro en la fabricación de sus guayos". Sin palabras... simplemente sin palabras. Comencemos despacio y veamos a donde nos lleva todo esto. Usar piel de canguro es algo grave si se usa como se usan los colmillos de los tigres en India: cazadores informales que van a matar lo que se les atraviese. Eso es lo que los tiene al borde de la extinción, no la explotación de su piel. Quejarse contra el uso de la piel de canguro es como quejarse contra la piel de vaca en el cinturón que probablemente usaba el "periodista". Nadie se queja de eso ¿Por qué? No tengo la menor idea.

No sé de donde saca Adidas los canguros para sus guayos, pero puedo apostar que si les permiten venderlos en todo el mundo deben garantizar que van a reemplazar cada canguro que matan para hacer guayos. Es la misma falacia lógica que con el papel, hemos escuchado a todo el mundo decir "¡No boten papel porque es un crimen con el ambiente!". Pocos se detienen a pensar que esa hoja viene de un árbol plantado para morir así e, irónicamente, entre más papel botemos más árboles habrá que sembrar para satisfacer la demanda. El problema no es usar el recurso, el problema es usarlo de forma desordenada.

3) "Es por eso que cada trozo de alimento que se llevan a la boca [...] representa un acto de control político y ambiental [...] ¿se explotó a seres humanos durante su producción?" El drama de las maquilas es la quintaescencia del hippie moderno. El drama se resume de la siguiente forma: una Megacorporación Malvada® necesita reducir sus costos de producción de camisetas, para lograrlo se va a un país como China o, por supuesto, Colombia donde la mano de obra es más barata. Allá "obligan" a los trabajadores a hacer camisetas pagándoles una miseria. Por esta razón el hippie moderno socialmente responsable solamente compra camisetas que no son hechas en maquila. Con el efecto lógico de dejar sin sueldo a los chinos y a los colombianos y darle a la Megacorporación Malvada® exactamente la misma ganancia. El mensaje es el siguiente: las maquilas no son el problema, una "miseria" en Estados Unidos es realmente un buen sueldo en Colombia y la solución para que los empleados ganen mejores sueldos es tan compleja que no creo que nadie en el mundo la haya encontrado. Pero igual, lo que importa no es arreglar las cosas sino dormir tranquilos pensando que estamos haciendo cosas buenas.

3) "son todas preguntas que quizás usted no tenga en mente a la hora de desayunar con una taza de cereal de trigo transgénico" y 4) "ni cuando se prepara a comer una lata de atún donde seguramente hay restos de delfines cazados ilegalmente". Se pone aún más interesante. No soy biólogo ni médico así que creo que les dejaré dos referencias: la primera es una investigación más seria (y con referencias) sobre la comida transgénica que puedo resumir en: dejen de llorar, no tiene efectos negativos y gracias a eso no hay más gente muriéndo de hambre. La segunda si está escrita por biólogos marinos, la conclusión fue chocante para mi: promover el atún libre de delfines termina por causar un impacto ambiental peor incluso a la pesca ilegal, sin embargo, los delfines tienen mejores publicistas que, por ejemplo, el plancton.

Eso es todo por ahora. Solo cuatro ejemplos de afirmaciones que se hacen porque sí y jamás se sustenan. Los tales freegans tienen un punto interesante que vale la pena discutir a profundidad: más allá de distribuir el dinero ¿Cómo redistribuímos la comida? Es un problema actual, preocupante y, hasta donde tengo entendido, con muy pocas respuestas. Sin embargo, si lo vamos a presentar como lo hizo nuestro "escritor" de la revista Shock estamos mal.

PD: ¡¡¡A boicotear el atún sin delfines!!!

martes, 24 de noviembre de 2009

El camino al infierno...

Hay un dicho que todos conocemos: el camino al infierno está hecho de buenas intenciones. Hay otro que pocos conocen: toda buena acción tendrá su castigo. Y, supongo, debe haber mil más que no tenemos ni idea que existen. La moraleja que se quiere dejar impresa en la mente de quienes lo escuchan es que, a veces, por querer hacer algo bueno terminamos haciendo algo muy malo. Como cuando uno se ofrece a llevar un pocillo con tinto y termina dejando el tinto a lo largo de un metro del tapete nuevo o de las paredes recién pintadas. Había una buena intención, pero por más buena que fuera la intención eso no quita el desastre cometido.

Para seguir con las frases recuerdo una de San Agustín (amor y ciencia): no basta hacer las cosas, hay que hacerlas bien. Eso quiere decir, queridos lectores, que la carita feliz por el esfuerzo está bien para el jardín infantil pero, honestamente, a ningún cirujano de rodilla que opera un corazón le dicen "se murió el paciente, pero al menos lo intentaste". Lo que le dicen es "mañana lo espera el comité de ética". En pocas palabras, solo el esfuerzo y solo las buenas intenciones no valen.

Hablo de todo esto porque esa es la forma en la que se suelen tomar las decisiones políticas (en todas las ramas del poder público, aquí no se le da un pase gratis a nadie). Un tipo que no tiene ni idea de lo que hace se pone a tomar decisiones sobre cosas bastante complejas porque cree que es lo correcto. Ya lo había tocado anteriormente con la famosa indexación de los precios: es muy noble querer que los más pobres ganen siempre más, pero hacerlo ignorando la realidad es algo bien difícil. Tan difícil como operar un corazón si lo que se sabe es arreglar rodillas.

Ya he dejado claro muchas veces que creo que el mundo sería un lugar mejor si más gente usara su cerebro para decidir en lugar de su corazón. No me malinterpreten, no estoy diciendo que conseguir novia se debe convertir en una operación de analizar variables para hallar el máximo de compatibilidad. Simplemente creo que si más gente supiera como funciona el mundo (natural y social) tendríamos un sitio mejor en nuestras manos.

Todo esto va a uno de los eternos problemas en Colombia: la financiación de vivienda. Ya hablé antes de los bancos y de su función en la economía, pero es un tema que, por alguna razón, considero que no se habla del todo. En todos los periódicos escriben economistas muy buenos pero, en lo que llevo de leer periódicos, ninguno ha dicho lo obvio: si se presta plata a 15 años es lógico que al final del día se "pague" varias veces el valor prestado originalmente. Recordemos todos cuanto costaba una cerveza hace 20 años y cuánto cuesta hoy, por lo menos dos o tres veces más. Entonces ¿Por qué una casa que hace 20 años costaba $50 millones no puede costar hoy $150? ¿Por qué es tan fácil aceptar que la leche sube de precio a lo largo de 20 años pero es tan difícil aceptar lo mismo con una casa?

Todo se vuelve entonces una teoría de conspiración. Tenemos idiotas (si, idiotas) como el autor de esta columna para quien el problema son unos pobres ciudadanos a merced de las garras afiladas de unos bancos con "ejércitos legales". Bancos quien, debe pensar uno, solo prestan plata para después quedarse con la casa y los pagos. Negocio redondo que tiene un problema: no es negocio quedarse con una casa, es plata quieta que además es difícil de mover. Si tenemos en cuenta que el negocio de los bancos es mover plata vemos que el último interesado en que la gente deje de pagar es el banco. Por eso es que nos hacen un estudio, para estar seguros de que les vamos a pagar eventualmente.

Dado que a muchos les preocupa tanto y se rasgan sus vestiduras cada vez que alguien paga "¡¡¡dos veces y media!!!" una casa tengo dos reflexiones: la primera ¿Por qué siempre nos enfocamos en los que son embargados? ¿Cuántas personas tienen casa gracias a los "malvados" bancos? Es una cifra que nadie dice ya que no es tan interesante decir que, si, hay gente que pierde su casa, pero no creo que llegue a ser el 10% (ni siquiera creo que el 5%). La segunda: si tanto les duele el bolsillo de la gente les propongo que me presten hoy $10 millones y les pago los mismos $10 millones en 15 años ¿O van a ser tan desalmados como los bancos de cobrarme dos veces y media lo que me prestaron?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Puntitos azules

Llevo un buen rato con una idea en la cabeza. Hace unos pocos días se celebró el día de Carl Sagan e internet (al menos la parte de internet que miro) estalló con tributos en video, texto y audio a su vida y obra. Yo debo admitir que llegué tarde a la fiesta, no solo por haber dejado pasar el día para escribir algo sino en el sentido amplio de las cosas: hasta hace realmente poco tiempo Carl Sagan era para mi el tipo de Cosmos, la serie sobre el espacio que jamás había (ni he) visto.

Entre tanto leer y ver del tipo me interesé un poco más en él. No tanto en su vida, los lugares donde nacemos, morimos y el tiempo que vivimos son cosas del azar. Más bien en su obra, las cosas que decimos, hacemos y escribimos son todas nuestras. Después de leer un par de cosas que escribió y escuchar otro par algo es claro: cuando alguien quiere lo que hace su cariño es infeccioso, especialmente en cosas de ciencia. Este es el sitio donde comienzo a acariciar lentamente la frontera de lo cursi pero, creo, voy a un sitio interesante.

De todo lo que alcancé a ver y leer una cosa en particular se quedó en mi cabeza dando vueltas y vueltas... el monólogo del punto azul (el video lo pongo en la noche cuando pueda abrir YouTube). Si tienen tiempo para buscarlo y escucharlo vale la pena tomarse los cinco minutos que dura. Es un texto muy simple y su inspiración es una foto tomada a la tierra desde Júpiter. Desde allá la tierra es un punto azul, pequeñito y perdido en un fondo inmenso, tal y como vemos las estrellas en la noche. El universo es un sitio muy grande, tanto que ya somos insignificantes vistos desde un lugar relativamente cercano (sigue estando dentro de nuestro sistema solar).

Uno no puede hacer más sino pensar en todo lo que habrá más allá, en todos los mundos que orbitan las pocas estrellas que vemos desde la tierra. Para algunos es una pregunta ridícula, finalmente jamás llegaremos a verlos y es muy probable que nos matemos mucho antes de desarrollar la tecnología para visitarlos. Sin embargo, para mi, es la pregunta más interesante de todas las que se puedan formular. Cada noche vemos miles de puntitos blancos, rojos y azules y me gustaría pensar que allá también hay alguien preguntándose por nosotros, soñando con el día que pueda visitarnos y saber que en un sitio tan inmenso hay más vida además de la nuestra.

Mientras ese momento llega (si es que alguna vez piensa llegar) lo mejor es seguir cuidando nuestro puntito, en palabras de Carl Sagan "el único hogar que conoceremos"...

martes, 17 de noviembre de 2009

Anti-apología de la apologética (primera parte)

Aquí estoy de vuelta después de mucho tiempo sin escribir. Extrañamente volveré a escribir sobre el tema que escribía cuando no tenía nada de qué escribir: religión. Particularmente las razones para no creer en ninguna. No es que necesite andar por ahí deconvirtiendo a la gente, a diferencia de todas las religiones, ser ateo no es algo que se propaga. Aquí cabe la comparación de la religión con los virus: lo saludable no se transmite, se adquiere. Las religiones, en cambio, para sobrevivir necesitan esparcirse constantemente. Algunas más que otras y algunas de forma más activa que otras. Por ejemplo, los testigos de Jehová van puerta a puerta mientras que los católicos dejan "trampitas" para que alguien pregunte. Los musulmanes usan la violencia como mecanismo de propagación (o al menos de no eliminación) mientras que los judíos lo hacen a través de la sangre.

Decía pues que ser ateo no es algo que se transmita. Yo no puedo, ni mucho menos pretendo, que algún creyente termine de leer esto y diga "es un hecho, a partir de ahora debo dejar de creer en (alá, vishnu, osiris...)". Tampoco necesito que el ateísmo se propague para ser feliz, como ya mencioné antes, lo único que necesito es que todo lo demás me deje tranquilo. Lo anterior no me exime de opinar, preferiblemente con razones, sobre el estado de los creyentes ¿Por qué me voy a meter a esto? Porque me parecen interesantes las maniobras que hace la mente para aferrarse a una creencia sin importar lo tonta ¿O es que me van a venir a decir que ninguno de ustedes cruza los dedos, ha tomado goticas homeopáticas o a creído la historia de su amigo que vio extraterrestres en algún lago? Yo si, soy culpable de las tres o al menos lo fuí.

Toda esta diatriba comienza con un rumor que llegó a mis oídos sobre una comunicación del papa en la que decía que cremar está bien pero que eso de esparcir las cenizas es cosa de paganos. Es una entrada que se escribe sola: buscar en wikipedia "festividades católicas" y ver como todas son "adoptadas" de rituales paganos más antiguos. Como me gusta dármelas de imparcial busqué en la página del vaticano y en un par de agencias de noticias católicas, para que luego no digan que uno es un títere del discurso de poder de los medios de comunicación empeñados en derrocar al papa y reemplazar el catolicismo por el culto al logo de Caracol televisión. Mi búsqueda no arrojó resultados interesantes. En ningún lado se hablaba de lo pagano así que fuí perdiéndo el interés hasta que me topé con la inevitable página sobre apologética.

La Real Academia Española tiene tres acepciones para el término de las cuales me quedaré con la tercera: "ciencia que expone las pruebas y fundamentos de la verdad de la religión católica". A primera vista la definición tiene dos errores graves: en primer lugar no es una ciencia en el sentido estricto de la palabra: conocimientos adquiridos mediante la observación (también de la RAE). Podríamos estirar un poco las cosas y decir que es una ciencia si se toma como "conjunto de conocimientos en cualquier cosa" pero, seamos sinceros, si tomamos esa definición podríamos decir que el estudio de los unicornios rosados es una ciencia. De hecho, cualquier cosa es una ciencia o es ciencia.

El segundo error grave es circunscribir la apologética al catolicismo. De hecho, yo ni siquiera lo circunscribiría al cristianismo en general. Todas las religiones, al menos hoy en día, necesitan de apologética. Decir que es exclusiva de catolicismo es como decir que las demas no necesitan exponer pruebas y fundamentos. Lo cual es, honestamente, ridiculo. Particularmente si se tiene en cuenta que las religiones exigen fe y que la fe es algo complicado de tener: creer en algo que no interactúa de ninguna manera con nosotros es bien difícil así que, entre más razones pueda uno inventarse, mejor.

Y hemos llegado al punto espinoso de esta entrada que diré de frente: los creyentes no tienen razones para creer. Esto no es algo malo, yo no puedo ir exigiendo a todo el mundo que lleve un inventario detallado de por qué cree las cosas que cree. Al día de hoy no tengo ni la más remota idea de por qué cruzo los dedos creyendo que afectarán el resultado de un dado, pero igual lo hago. También admito que no tengo ninguna razón, pero escogí vivir mi vida haciéndolo, es mi elección, muchas gracias. No tengo la necesidad de escribir un tratado apologético sobre las razones por las cuales es verdad que cruzar los dedos hace que salga el número que quiero en los dados para ser feliz cuando los cruzo.

Creo que ya me he pasado de largo en esta entrada así que la dejaré aquí por ahora. Después seguiré con los detalles del asunto y entraré a mirar algunas de las pruebas que se dan para mostrar la existencia de los dioses (porque, también seamos honestos, el argumento de la primera causa se puede aplicar tanto a Jehová como a Zeus) y, si me alcanza el impulso, y no tengo nada más interesante para escribir, expandiré sobre la ciencia y la fe, muy especialmente porque es diferente "creer" en la gravedad y creer en un creador de todo lo que vemos.

Por ahora, me iré a leer a ver si encuentro algo interesante para escribir... la religión a veces cansa.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Unas son de cal...

No tengo ni la más remota idea de donde salió el dicho que inspira el título de esta entrada: "unas son de cal y otras son de arena". Tal vez 10 minutos de Google me darían la respuesta pero es un lujo que no me puedo dar en este preciso momento. Hasta donde tengo entendido, se emplea cuando en una cosa va mal y en la otra bien. O viceversa. Hoy he leído una noticia que bien podría clasificar para ese dicho (o tal vez no, eso lo dejaré a juicio de mis fieles lectores): en Antioquia permitieron que una pareja de lesbianas adoptaran una niña. Un hecho particularmente interesante si se tiene en cuenta que es la misma región de Colombia que hace un par de meses hizo jurar al alcalde de su capital que no iba a practicar abortos. Vale la pena aclarar que la niña es la hija biológica de una de las mujeres. La alternativa era dejarla crecer en un hogar del ICBF que, si bien no tengo quejas que dar, no puede compararse con crecer con una pareja dispuesta a darlo todo por uno (hasta el escarnio público que implica reconocerse homosexual).

A medida que he ido creciendo me he vuelvo marcadamente más liberal. Hace algún tiempo era de los que pensaba que no era tan bueno que una pareja de homosexuales adoptara. No era cuestión de religión, ya era prácticamente ateo pero aún así pensaba que algo malo debía existir. Finalmente si la evolución ha privilegiado la monogamia heterosexual se debe a que es la mejor estrategia para nuestra supervivencia. Desde ese momento hasta ahora han pasado muchas cosas que me han hecho cambiar mi postura, no las contaré todas porque son muchas pero si me voy a enfocar en algunas.

La primera fue una conversación con un amigo y colega (también lector de mi blog) sobre el tema. Al día de hoy no sé exactamente cuál es su postura sobre el tema pero me imagino que está a favor de la adopción. Mientras hablabamos le expuse mi postura "un niño para su desarrollo necesita un papá y una mamá". La respuesta fue completamente arrolladora "¿Eso quiere decir que las madres solteras deberían entregar a sus hijos? ¿Eso quiere decir que un niño en un hogar con solo hermanas y tías donde su papá murió debería ser entregado al ICBF?" Al ver mi cara de estúpido intentando balbucear alguna respuesta siguió su argumento "además, ¿Preferiría usted dejar a un niño en un hogar heterosexual donde lo van a maltratar o en uno homosexual donde lo van a amar? Tenga en cuenta que los hogares homosexuales tienen, en promedio mayores ingresos que los heterosexuales, garantizando un mejor futuro". Sobra decir que no tuve respuesta y que después, pensándolo más a profundidad, concluí que, al menos intuitivamente, el argumento se sostiene.

Sin embargo, este es uno de esos temas donde es mejor investigar un poquito para ver si la intuición se sostiene. Mal de economistas supongo, estamos acostumbrados a encontrar que no siempre la intuición está en lo correcto. Desafortunadamente el día de hoy no tengo a la mano el fruto de mi investigación así que los invito a buscar y controvertir. El caso es que no hay ninguna evidencia concluyente de que, perdón por la expresión, "lo marica se pegue". Tampoco hay evidencia de que los homosexuales sean más propensos al abuso que los heterosexuales. En términos generales los niños criados por parejas homosexuales socializan y se integran exactamente igual que los niños criados por parejas heterosexuales. Así que el argumento de "¿¿¿podría alguien pensar en los niños???" tampoco tiene mucho sentido.

Finalmente está el tema de la familia. Con una altísima probabilidad el primer comentario a esta entrada va a tener algo que ver con dios, con la moral, con la familia y demás. Si se quiere ser intolerante está bien, solo espero que tenga la decencia de admitir que es por un simple prejuicio moral que no tiene sustento en el mundo real. No quiero decir que todos los comportamientos deben ser tolerados en nombre de la inclusión, condeno 100% acciones como la castración femenina o matar uno de los bebés si tiene un hermano gemelo ¿Cuál es el rasero con el que mido? Sencillo: afirmar que el alma se parte en dos cuando se tiene un hermano gemelo es tan estúpido como decir que todos los homosexuales son unos depravados. Ninguna afirmación tiene sustento en la realidad...

...unas son de cal y otras son de arena.