domingo, 23 de agosto de 2009

5 días, 5 cosas que cambian

Otro fin de semana llegó y se fue, este ya no tiene festivo a bordo lo cual quiere decir que la semana entrante tendrá cinco días completos. De hecho, es la primera de 8 semanas sin festivos. Para los que llevan cuentas, el próximo es el 12 de octubre cuando celebramos el día mundial del huevo y un tal día de la raza.

Para casi todo el mundo una semana de 5 días solamente implica menos días de fin de semana. Menos vacaciones y más trabajo. Implica llegar a cada lunes pensando en cual es la próxima semana que comienza nuevamente en martes o termina en jueves. Sin embargo, eso es pensar de forma muy estrecha. Por ejemplo, he aquí 5 de las cosas que cambian en mi vida en una semana de 5 días:
  1. Tendré que repetir traje de paño o ir más de un día informal a la oficina. Eso no es del todo grave a menos que tenga una reunión importante o con gente que se fije en eso. Mi pelea con el paño se acabo el mismo día que entré a la presidencia. Un trabajo de adulto implica ropa de adulto. Nuevamente la plata termina por matar los "ideales".
  2. Tendré que montar dos días a la semana en Transmilenio. Eso es bueno porque me ahorro la gasolina y camino las 10 cuadras (casi un kilómetro) entre la estación y mi oficina. Es malo porque me recuerda lo mucho que me gusta envenenar la tierra con mi carro.
  3. Voy a escuchar más música. Por una parte escuchar a la gente hablar en transmilenio me recuerda lo mucho que odio a la gente (pero no a mis lectores, a ustedes los quiero mucho, por favor, nunca hablen pendejadas en transmilenio). Por otra parte, ahora que soy adulto, lo único que escucho en radio es a Julito y la W, hasta que llama un oyente y me recuerda lo mucho que odio a la gente. La solución: un iPod o el poco valorado silencio.
  4. Probablemente voy a escribir más. En las semanas de cuatro días las reuniones quedan apeñuscadas y no tengo tiempo de parar en mi computador. No parar en mi computador implica que no tengo tiempo de escribir, bien sea porque llego a mi casa sin ganas de escribir o porque el poco tiempo que tengo en mi oficina debo dedicarlo a tareas urgentes. Mi blog, aunque importante, no es urgente.
  5. Finalmente, estaré menos tiempo en Facebook, messenger y demás. Para mis amigos eso quiere decir que he muerto. Para mis colegas quiere decir que estoy trabajando. Para mi quiere decir que tengo que ponerme a buscar qué hacer cuando me canso de escribir cosas de trabajo y quiero estirar la mente un rato. En esos momentos es cuando escribo algo aquí.
A veces por andar pensando en grandes cosas ignoramos los pequeños detalles. Por pensar en tener millones olvidamos guardar las monedas. Por pensar en leer una novela olvidamos leer un poema. Creo que, a veces, por pensar en todo lo que queremos hacer a lo largo de nuestra vida nos olvidamos de lo mucho que nos cambia la vida un solo día a la semana.

Como esto lo escribo tarde ya es hora de dormir para iniciar la primera de 8 semanas largas que, curiosamente, termina con mi cumpleaños número 26. De mi semana escribiré mañana. De mi cumpleaños en una semana. Del día mundial del huevo en unos dos meses.

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