jueves, 30 de julio de 2009

Preguntas... preguntas...

Si, dije que las noticias las intentaría comentar en Twitter, pero esta es muy jugosa como para dejarla pasar.

Leo en El Espectador que por culpa de la contraloría distrital, la Secretaría de Educación perdió $1000 millones. Resumiendo la historia: hace más de 10 años las directivas de un colegio en Kennedy decidieron que el campo electromagnético estaba causando la muerte y enfermedad tanto de niños como de profesores. Ante esta macabra realidad la contraloría decidió que se tenía que arrendar otro sitio para que los niños (¿Alguien puede pensar en los niños?) estuvieran alejados de tan nefasta influencia. 10 años y $1000 millones en arriendo más tarde, resulta que el colegio no era la trampa mortal que las directivas creían.

Vamos con unas preguntas ¿Por qué la facultad de artes de la Universidad Nacional fue la que determinó que el campo era nocivo? ¿No debería haberlo hecho, se me ocurre, LA FACULTAD DE INGENIERÍA? La facultad de medicina también me parece una buena opción ¿No leyeron las directivas del colegio, los funcionarios de la contraloría o cualquier otra persona, los estudios que muestran que el campo electromagnético no tiene efectos nocivos para la salud*?

Según los estudios adelantados por Codensa y el Ministerio de Minas y Energía lo único necesario era un metro y una calculadora para darse cuenta de que el colegio no era una trampa mortal. Creo que a los artistas de la Universidad Nacional no les enseñan mucho sobre perspectiva y proporción... lástima, una universidad tan buena algo malo debía tener**.

*Aunque no puedo afirmar que realicé una investigación exahustiva si puedo decir que las únicas fuentes que encontré sobre efectos adversos afirman que son 1) muy débiles, 2) de muy largo plazo o 3) en páginas que hacen parecer el Time Cube producto de una mente brillante.

**No, no es sarcasmo.

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