lunes, 27 de julio de 2009

El poder de mercado es una m***

ADVERTENCIA: Lo que usted está a punto de leer no es más que un derroche de mal humor, cero propositivo y absolutamente personalista. Sin embargo, creo que todos, en algún momento nos hemos sentido así.

Primero lo primero: amo a los bancos y al sistema financiero. Creo que todos los economistas los aman o, por lo menos, admiten que tienen una de las funciones más importantes en el ciclo económico: multiplicar la plata, o el dinero, para ser menos coloquiales. Yo tengo plata que le doy al banco para que no me atraquen y el banco se la da a alguien que la necesita para hacer negocios, comprar una casa, un carro o irse de paseo en crucero. Esta aclaración la hago antes de que lleguen todos aquellos que solo saben repetir que los bancos son engendros del demonio que le roban la plata a la gente.

Ahora, a la historia.

Como todo adulto responsable ya tengo algunas cuentas por pagar a mi nombre (o de mi padre, pero igual las pago yo). En el banco que estaba antes (Davivienda) pagar era algo tan sencillo como levantar un teléfono, pasar 5 minutos por cada transacción y ¡Listo! ya no le debía nada a nadie durante otro mes. A veces lo hacía por internet, en cuyo caso eran cuatro o cinco clicks, ingresar dos o tres claves y, al cabo de 10 minutos, sin salir de mi casa, había terminado.

Por alguna razón que no comprendo del todo con Bancolombia estas transacciones son algo misterioso. Creo que debe ser mi culpa. Finalmente son cuentas de empresas tan desconocidas como Comcel, ETB o Telecom. Nada comparado a las empresas con las que Bancolombia tiene convenios como el poderoso conjunto residencial Flamingo Real o ese emporio de las telecomunicaciones que es Beepertel del Valle.

Debido a lo anterior tengo que desplazarme a una de las oficinas del banco para poder pagar. En este momento ya comencé mal ¿Por qué Davivienda me ofrece la posibilidad de pagar como se me de la gana y Bancolombia me obliga a ir al banco? La respuesta es sencilla: Bancolombia tiene poder de mercado y mi empleador no me paga si no es con ellos. Así que entre recibir mi sueldo o poder hacer transacciones por internet escojo lo primero (y créanme cuando les digo que hice todo lo que pude por no caer en sus garras).

Pero bueno, me estoy desviando. He salido de una reunión y aproveché para hacer la vuelta. Debo aclarar que lo que voy a narrar a continuación no sucedió en una sucursal de un sitio en medio de la nada sino en la que queda en el edificio que se llama como el banco. Sucursal que, ingenuo yo, supuse que tendría un servicio aceptable.

Llegué al banco y, otra vez recordando a Davivienda, asumí que la fila que decía cliente preferencial era para los clientes del banco. Tengo mi plata en su banco (no es mucha, pero igual algo representa) así que asumo que algún trato preferencial debo tener como, adivinaron, una fila más corta. Me dispuse a hacer la fila que, si bien me dio mamera, hice con gusto porque iba a deshacerme de eso antes del almuerzo. Pasó un cliente... Pasó otro cliente... otro más y eso me dejaba de primero. Al llegar con toda la emoción sucedió lo siguiente:

Cajero: "buenos días señor ¿en qué puedo ayudarlo?"
Yo: "vengo a pagar estas tres cuentas" dije pasándoselas
C: "¿tiene tarjeta de cliente preferencial?"
Y (ingenuamente): "¡Si!" y pasé mi tarjeta débito amarilla que me certifica como cliente
C: "lo siento señor, pero esa no es tarjeta preferencial, le toca hacer la otra fila" la otra fila tendría unas 50 personas.
Y: "¿Y entonces, hay alguna fila para clientes no tan preferenciales como yo?"
C: "Lo siento, en ESTA SUCURSAL NO RECIBIMOS ESA TARJETA"

Me queda una sola pregunta: ¿Si no reciben mi tarjeta, si la fila que estaba haciendo no era, por qué carajos no ponen un poster gigante avisando que no es? Si al entrar a la sucursal me informaran que esa fila no era no me habría molestado tanto. Pero como imprimir un aviso es tan caro, el banco más grande de Colombia prefiere que sus clientes pierdan el tiempo.

En fin... tomé aire, dí media vuelta y me fuí. Saqué plata del cajero y me dirigí a mi oficina, tenía muchas cosas pendientes como para una fila de 50 personas.

En la tarde fuí a la sucursal que está cerca a mi oficina, hice la fila juicioso y al llegar la cajera me pregunta

C: "para pagar con tarjeta debito en cajero solo se pueden transacciones de más de un millón de pesos"

Creo que mi cara de pronto homicidio la disuadio de hacerme ir al cajero automático a hacer un retiro de medio millón de pesos y luego subir a hacer la fila que ya había hecho. Muy querida me explicó que no se podía pero que haría la excepción conmigo.

Nuevamente ¿¿¿¿¿DÓNDE ESTÁ EL MISERABLE LETRERO????? Casi pierdo otra hora de no ser por el corazón grande de la cajera que me atendió al final.

Al final del día no me quedan sino preguntas: ¿De verdad puede mi empleador obligarme a elegir un banco? Creo que debe existir algún tipo de protección, pero no soy abogado así que ni idea ¿En serio alguien le deja su plata a Bancolombia cuando lo tratan como lo tratan? Si le gusta que lo maltraten con todo el gusto del mundo yo lo hago... y gratis.

Solo me resta decir que tan pronto tenga la oportunidad voy a cerrar la cuenta en Bancolombia, voy a hacer cada cosa que esté en mi poder para que si alguien la quiere abrir en ese banco del infierno lo piense dos veces y me pondré a buscar el recoveco legal que obligue a los empleadores a dejar a los empleados consignar su plata donde les venga en gana. No tengo que sufrir por los errores de otros.

5 comentarios:

  1. La embarrada que el empleador escoja... es como cuando el profesor escoge la fotocopiadora y los estudiantes tienen que sacar las fotocopias... ¡¡¡cuantas veces me tocó ir a la fotocopiadora del CEDE!!! terrible :(

    Tomo nota de "me pondré a buscar el recoveco legal que obligue a los empleadores..." gracias!!!

    ResponderEliminar
  2. huy que bueno leer esto, yo estaba apunto de abrir con Bancolombia. jajajajajaja y ni por el puts abran en santander, una compañera del trabajo fue atracada, y le salio mas caro el tramite de cancelar su tarjeta , que lo que perdio en el robo jajajajajaja

    ResponderEliminar
  3. El problema radica en que TODOS los bancos hacen lo mismo. Y dónde está la Superintendencia Financiera, Bancaria o como se llame ahora?

    ResponderEliminar
  4. LA SUPERINTENDENCIA ESTÁ DONDE SIEMPRE HA ESTADO. IGUAL QUE LOS JUECES ESTAN DONDE SIEMPRE. EL PROBLEMA ES QUE SI NO SE DENUNCIA, COMO SABEN LAS AUTORIDADES QUE HAY UN DELITO O HECHO INAPROPIADO ??? ES CLARO QUE ESTAS CUESTIONES DE ATENCIÓN AL CLIENTE DEBEN SER DENUNCIADAS POR LOS USUSARIOS

    ResponderEliminar
  5. me alegraste el turno... no crei vivir para verte escribir asi de un banco! ves porque me encantan las alcancias¡

    ResponderEliminar

A mi blog le interesan sus comentarios...